Si no temen ustedes que les piquen las ortigas, vengan conmigo por el estrecho sendero que conduce al pabellón, y veremos lo que sucede dentro de éste...

jueves, 9 de agosto de 2007

La ópera es mía, me la quieren quitar

"Handel: Dígame dónde esconde su hermano la ópera que me ha robado... Dígamelo... y lo dejaré en paz como a una rata en su ático... ¡Ladrones!
Riccardo Broschi: Usted me robó a mi hermano, maestro."

Farinelli de Gérard Corbiau.
(Quien ha escrito y dirigido también El maestro de música y La pasión del rey, ésta última sobre Jean Baptiste Lully en la corte de Luis XIV. Próximamente estrenará Vivaldi, Un prince a Venise, Aquí el trailer en Youtube. De fondo se escucha el Concierto para dos violines en Lam, cuya entrada suena todos los días en el programa "Concierto Barroco" de Radio Beethoven, 96.5FM)

Para una nueva nieve

(Un espacio para el Ebeneezer Scrooge que llevo dentro)

Se veía venir, todos lo sabíamos y aún así la nieve nos pilló desprevenidos. Lo que pasa es que en estas latitudes nos faltan juegos y poemas para hacerla nuestra. Modelar un golem, lanzarse puñados de hielo o imprimir la sombra de un ángel en el llano, todo esto lo hemos malcopiado porque no sabemos qué otra cosa hacer cuando nieva.
Por eso no culpo a aquel joven periodista de TV que, cartón UNIACC en mano, superado por la novedad y apurado por su equipo de trabajo, proclamó: "Lo que estamos viendo es, porqué no decirlo, parecido a aquella atmósfera navideña a la que nos han acostumbrado los norteamericanos". Yo tengo una caravana de razones sentimentales para su "porqué no decirlo".
Propongo un cónclave de poetas y niños chilenos que nos preparen para la próxima nevazón. Nuevos juegos y nuevos adjetivos para una nueva nieve.

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