Si no temen ustedes que les piquen las ortigas, vengan conmigo por el estrecho sendero que conduce al pabellón, y veremos lo que sucede dentro de éste...

sábado, 3 de mayo de 2008

Es una estampida el horizonte

Es una estampida el horizonte que, imposible, lengua de belleza o luz bajo los párpados: tan valientes, tan humanos, como dentro del madero sin conocimiento es una lágrima el rocío que ahora ya va a amanecer: "no soy Abraham, soy una música distinta".
Entre el comedor y la cocina, qué nueva partícula ayer se deslizaba fugitiva amorosa, indiferente de tan nueva dulzura, en intervalos curvos como platos deliciosos o parábolas tan bellas como el reino de los cielos.

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