"Antes de definir arte -o cualquier otro concepto- debemos responder una pregunta mucho más amplia: ¿Cuál es el sentido de la vida del hombre en la tierra? Tal vez estamos aqui para desarrollarnos espiritualmente. Si nuestra vida tiende a este enriquecimiento espiritual, entonces el arte es un medio para llegar a eso (Ésto, por supuesto, de acuerdo con mi definición de la vida). El arte debería ayudar al hombre en este proceso.Algunos dicen que el arte ayuda al hombre a conocer el mundo como cualquier otra actividad intelectual. Yo no creo en esta posibilidad de conocimiento. Yo soy casi agnóstico. El conocimiento nos distrae del próposito más importante en la vida. Mientras más sabemos, menos sabemos. Llegando más profundo nuestro horizonte se hace más angosto. El arte enriquece las propias capacidades espirituales del hombre y él puede entonces elevarse por sobre sí mismo para utilizar eso que llamamos libre albedrío."
Andrei Tarkovsky
Tarkovsky es para mi (tal vez junto con W. Herzog), uno de los únicos cineastas que permiten que las cosas sean lo que son, y no lo que ellos quieren que sean. Muchos directores utilizan al cine para desplegar su visión de mundo. Tarkovsky confía en que el mundo se revela él mismo. El arte en general está muy contaminado todavía con el culto al ego del romanticismo. Ya no se confía, por ejemplo, en la belleza pura de los sonidos y sus combinaciones (privilegio que gozaron Bach y Mozart), ahora los músicos quieren expresar las emociones o pasiones de la forma más ostentosa posible. Los intentos de hacer una música más "objetiva" o neoclásica, como se le llamó a principios del siglo XX (Stravinsky, Hindemit, Ravel, Prokofiev), desembocó en la escición total entre la música docta y el público, ávido de melodías con las que "identificarse".
Tarkovsky se inclina evidentemente hacia una espiritualidad oriental, específicamente al taoísmo y la filosofía del no-actuar. Todo lo que hacemos de espaldas al Tao, esto es, violentando el orden natural y dialéctico del cosmos, es cuando menos, vanidad. No-actuar lo entiendo como un dejarse llevar, una confianza (¿fe?) en que el mundo está a nuestro favor desde el inicio y que no debemos oponer ninguna resistencia defendiendo nuestras pequeñas empresas que muchas veces nacen de la falta de conocimiento de sí, y por lo tanto, destinadas al fracaso.
En la película Stalker, Tarkovsky cita un bello pasaje del Tao Te King:
"Cuando el hombre nace es tierno y débil
y cuando muere es duro y rígido.
Cuando las plantas están vivas son blandas y flexibles
y cuando están muertas son secas y rígidas.
Por eso, la dureza y la rigidez son compañeras de la muerte
y la blandura y la suavidad son compañeras de la vida.
Por eso, cuando un ejército es empecinado, será derrotado
cuando un árbol es duro será derribado.
Lo grande y fuerte declina
Lo suave y tierno prospera."
Tarkovsky es para mi (tal vez junto con W. Herzog), uno de los únicos cineastas que permiten que las cosas sean lo que son, y no lo que ellos quieren que sean. Muchos directores utilizan al cine para desplegar su visión de mundo. Tarkovsky confía en que el mundo se revela él mismo. El arte en general está muy contaminado todavía con el culto al ego del romanticismo. Ya no se confía, por ejemplo, en la belleza pura de los sonidos y sus combinaciones (privilegio que gozaron Bach y Mozart), ahora los músicos quieren expresar las emociones o pasiones de la forma más ostentosa posible. Los intentos de hacer una música más "objetiva" o neoclásica, como se le llamó a principios del siglo XX (Stravinsky, Hindemit, Ravel, Prokofiev), desembocó en la escición total entre la música docta y el público, ávido de melodías con las que "identificarse".
Tarkovsky se inclina evidentemente hacia una espiritualidad oriental, específicamente al taoísmo y la filosofía del no-actuar. Todo lo que hacemos de espaldas al Tao, esto es, violentando el orden natural y dialéctico del cosmos, es cuando menos, vanidad. No-actuar lo entiendo como un dejarse llevar, una confianza (¿fe?) en que el mundo está a nuestro favor desde el inicio y que no debemos oponer ninguna resistencia defendiendo nuestras pequeñas empresas que muchas veces nacen de la falta de conocimiento de sí, y por lo tanto, destinadas al fracaso.
En la película Stalker, Tarkovsky cita un bello pasaje del Tao Te King:
"Cuando el hombre nace es tierno y débil
y cuando muere es duro y rígido.
Cuando las plantas están vivas son blandas y flexibles
y cuando están muertas son secas y rígidas.
Por eso, la dureza y la rigidez son compañeras de la muerte
y la blandura y la suavidad son compañeras de la vida.
Por eso, cuando un ejército es empecinado, será derrotado
cuando un árbol es duro será derribado.
Lo grande y fuerte declina
Lo suave y tierno prospera."