Entre todas las divagaciones en torno al alma, destaco y hago mía, aquella de William Blake:
"El hombre no tiene un cuerpo distinto de su alma,
Aquello que llamamos cuerpo es una porción de alma percibida por los cinco sentidos."
Por eso sospecho de toda manifestación de ultratumba que sea fantasmal en el sentido clásico: sutil, etéreo. Un espíritu que desee vagar por el mundo no tendría motivos para ser una tenue sombra o un halo misterioso. Las realidades espirituales deben ser tan evidentes y perceptibles como la materia o los fenómenos síquicos y cualquier metafísica escindida de la física es impresentable.
Siempre defenderé a los zombies por sobre toda aparición poco clara.
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